sábado, 3 de marzo de 2012

1º Novela: Cap. 1


1
No lo cuentes
  Las risas se acabado y se han transformado en llantos. Los días de descanso se han terminado.
  El caluroso ambiente ha cambiado, y ahora hace frío, y las nubes que anuncian tormenta entaponan el cielo y le dan al cementerio un aspecto siniestro.
  A Alessia le habría encantado… todos a su alrededor como si ella fuera el centro del mundo… aunque está muerta.
  Después de su muerte en la fiesta del campamento las preguntas sobre lo ocurrido fluían de las bocas de la gente y las únicas personas capaces de responderlas eran sus amigos, pero ¿dirían la verdad?
  Claro que no.

  Marine era la primera en acercarse al ataúd con una ramo de margaritas en la mano (las favoritas de Alessia) y lo coloca suavemente sobre el. Después retrocede y se reúne con sus amigos.
  Se agarra el extremo inferior de su vestido de Louis Vuitton negro y se lo estira hacia abajo para esconder el muslo.
  Después de la muerte de Alessia había comido como una cerda y se sentía gorda.
  Sara se aproxima a la tumba y le deja sobre ella un ramo de flores.
  Esta demasiada afligida y se arrepiente de lo que hizo en la velada, pero a pesar de eso su mirada es fría y indiferente. No quiere mostrar ningún tipo de sentimiento que pueda hacer pensar a la gente que es débil.
  Inmediatamente vuelve en si, se coloca bien el tirante de su atavío negro de Gucci que se le había caído sobre brazo, y vuelve al lado de su novio Daniel, que ya había depositado su manojo de gardenias sobre el féretro de pino.
  La ultima en dejar el ramo es Emm, que necesita la ayuda Sean para dejarlo. Esta destrozada. Hacia días que no dejaba de llorar. Sus piernas estaban débiles, y su corto vestido de Versace gris muestra sus escuálidas extremidades, señal de que hacia días que no comía bien.
  Sean deja sobre la lápida el ramillete, aun sujetando a Emm. Se acomoda al traje de Armani y regresa con el grupo agarrándola del antebrazo y la cintura.

  Días atrás la policía les habían hecho preguntas sobre lo ocurrido, pero ellos se habían inventado la sentencia.
  Si les contaran lo ocurrido en la fiesta sus vidas cambiarían para siempre, aunque después de lo ocurrido… sus vidas ya no son las mismas.

  Sara vuelve la cabeza y observa a la señora Rumsfield, la madre de Alessia, sollozando por la pérdida de su hija. A pesar de eso esta deslumbrante con su cabello rubio ceniza y su vestido negro de encaje de Guess.
  En seguida gira la testera hacia otro lado y observa a alguien en la lejanía. Un ente les observa detrás de un sauce. No le puede ver bien el rostro porque no se había puesto las lentillas, pero no le daba buena sensación.
Aunque ve mal, tiene un aspecto lúgubre y no sabría diferenciar si es hombre o mujer. Un escalofrío le recorre el cuerpo.
  El sonido de la caja hundiéndose bajo tierra le distrae y vuelve a colocar la mirada sobre ella.

  Cuando la ceremonia termina la gente empieza marcharse. Sin embargo ellos se quedan aun allí.
  Sara vuelve a mirar a hacia el otro lado del camposanto, pero aquella persona ya no estaba.
  -Tenemos que contarle a la policía lo que ocurrió…-suspiró Emm.
  -¿Estas loca?-le interrumpe Marine arqueando una ceja.-Si lo hiciéramos nos meterían en la cárcel.
  -¡Entonces que vamos a hacer!-sobresaltó Emm.- Yo no me puedo callar este secreto…
  -Se lo prometimos a Alessia.-corta Sara.
  -Si hubiéramos parado cuando aun teníamos tiempo, talvez Alessia  seguiría viva y Mallory…-gime Emm.
  -Ni la menciones…-le frena Sean.  
  -¡Joder, basta ya!-grita Daniel.-Le prometimos que no le contaríamos nada a nadie… ¡y tema zanjado!
  Todos asienten a la vez mirando el suelo. Alguien les llama. Era el inspector Edison.
  El detective era una persona muy seria, a pesar de que era joven y que cuando iba al instituto era un gamberro. Vestía con una camisa de color camel y unos pantalones de pana negros.
  -¿Cuándo pensáis contar la verdad sobre la fiesta?
  Esos vocablos fueron como una bomba nuclear para los chicos
  -Esta claro que estáis mintiendo y cuando averigua lo que sucedió pienso tomar represalias…-y se largo, con un paso firme y decidido.
  Hubo un silencio sepulcral. Sean alzo la cabeza y observo que la madre de Alessia los estaba mirando. Lo había escuchado todo…

 Una bocina rompió el silencio. Era la madre de Sara.
  Sin poder dejar de pensar en lo sucedido, se despide de sus amigos, le da un beso en los labios a su chico y se dirige al Mercedes de su padre.
  Poco después llega el Porsche de la madre de Marine y todos se separan.¿Qué ocurrió realmente en la fiesta?

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