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No lo cuentes
Las
risas se acabado y se han transformado en llantos. Los días de descanso se han
terminado.
El caluroso ambiente ha cambiado, y ahora
hace frío, y las nubes que anuncian tormenta entaponan el cielo y le dan al
cementerio un aspecto siniestro.
A Alessia le habría encantado… todos a su
alrededor como si ella fuera el centro del mundo… aunque está muerta.
Después de su muerte en la fiesta del
campamento las preguntas sobre lo ocurrido fluían de las bocas de la gente y
las únicas personas capaces de responderlas eran sus amigos, pero ¿dirían la
verdad?
Claro que no.
Marine era la primera en acercarse al ataúd
con una ramo de margaritas en la mano (las favoritas de Alessia) y lo coloca
suavemente sobre el. Después retrocede y se reúne con sus amigos.
Se agarra el extremo inferior de su vestido
de Louis
Vuitton negro y se lo estira hacia abajo para
esconder el muslo.
Después de la muerte de Alessia había comido
como una cerda y se sentía gorda.
Sara se aproxima a la tumba y le deja sobre
ella un ramo de flores.
Esta demasiada afligida y se arrepiente de lo
que hizo en la velada, pero a pesar de eso su mirada es fría y indiferente. No
quiere mostrar ningún tipo de sentimiento que pueda hacer pensar a la gente que
es débil.
Inmediatamente vuelve en si, se coloca bien
el tirante de su atavío negro de Gucci
que se le había caído sobre brazo, y vuelve al lado de su novio Daniel, que ya
había depositado su manojo de gardenias sobre el féretro de pino.
La ultima en dejar el ramo es Emm, que
necesita la ayuda Sean para dejarlo. Esta destrozada. Hacia días que no dejaba
de llorar. Sus piernas estaban débiles, y su corto vestido de Versace gris muestra sus escuálidas
extremidades, señal de que hacia días que no comía bien.
Sean deja sobre la lápida el ramillete, aun
sujetando a Emm. Se acomoda al traje de Armani
y regresa con el grupo agarrándola del antebrazo y la cintura.
Días atrás la policía les habían hecho
preguntas sobre lo ocurrido, pero ellos se habían inventado la sentencia.
Si les contaran lo ocurrido en la fiesta sus
vidas cambiarían para siempre, aunque después de lo ocurrido… sus vidas ya no
son las mismas.
Sara vuelve la cabeza y observa a la señora
Rumsfield, la madre de Alessia, sollozando por la pérdida de su hija. A pesar
de eso esta deslumbrante con su cabello rubio ceniza y su vestido negro de encaje
de Guess.
En seguida gira la testera hacia otro lado y
observa a alguien en la lejanía. Un ente les observa detrás de un sauce. No le
puede ver bien el rostro porque no se había puesto las lentillas, pero no le
daba buena sensación.
Aunque
ve mal, tiene un aspecto lúgubre y no sabría diferenciar si es hombre o mujer.
Un escalofrío le recorre el cuerpo.
El sonido de la caja hundiéndose bajo tierra
le distrae y vuelve a colocar la mirada sobre ella.
Cuando la ceremonia termina la gente empieza
marcharse. Sin embargo ellos se quedan aun allí.
Sara vuelve a mirar a hacia el otro lado del
camposanto, pero aquella persona ya no estaba.
-Tenemos que contarle a la policía lo que
ocurrió…-suspiró Emm.
-¿Estas loca?-le interrumpe Marine arqueando
una ceja.-Si lo hiciéramos nos meterían en la cárcel.
-¡Entonces que vamos a hacer!-sobresaltó
Emm.- Yo no me puedo callar este secreto…
-Se lo prometimos a Alessia.-corta Sara.
-Si hubiéramos parado cuando aun teníamos
tiempo, talvez Alessia seguiría viva y
Mallory…-gime Emm.
-Ni la menciones…-le frena Sean.
-¡Joder, basta ya!-grita Daniel.-Le
prometimos que no le contaríamos nada a nadie… ¡y tema zanjado!
Todos asienten a la vez mirando el suelo.
Alguien les llama. Era el inspector Edison.
El detective era una persona muy seria, a
pesar de que era joven y que cuando iba al instituto era un gamberro. Vestía
con una camisa de color camel y unos pantalones de pana negros.
-¿Cuándo pensáis contar la verdad sobre la
fiesta?
Esos vocablos fueron como una bomba nuclear
para los chicos
-Esta claro que estáis mintiendo y cuando
averigua lo que sucedió pienso tomar represalias…-y se largo, con un paso firme
y decidido.
Hubo un silencio sepulcral. Sean alzo la
cabeza y observo que la madre de Alessia los estaba mirando. Lo había escuchado
todo…
Una bocina rompió el silencio. Era la madre de
Sara.
Sin poder dejar de pensar en lo sucedido, se
despide de sus amigos, le da un beso en los labios a su chico y se dirige al Mercedes de su padre.
Poco
después llega el Porsche de la madre
de Marine y todos se separan.¿Qué ocurrió realmente en la fiesta?
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