martes, 6 de marzo de 2012

1º Novela: Cap.6


6
Lo guardaré hasta la tumba


  Daniel cerró la taquilla del vestuario y se colgó la mochila en el hombro. Desde hacia meses, Daniel había entrado en el equipo de baloncesto del instituto, justo antes de la muerte de Alessia.
  Llevaba puesto unos pantalones vaqueros desgastados un poco ajustados y una camiseta oscura en la que se podía leer Super Bowl en blanco.
  Salió del vestidor y se dirigió al patio interior de la escuela. La luz del sol hacia que la sombra de los pinos ocupara la mayor parte del jardín.
  Puso su mano sobre la frente y miro al cielo de manera que el Sol no le molestara.
  El cielo estaba totalmente despejado.
  Volvió a agachar la cabeza y miro su mochila. Hubo un momento de reflexión pero finalmente, introdujo la mano en ella.
  Sacó una cajetilla de cigarros y un mechero que tenia grabado un águila imperial.
  Lo encendió y se lo metió en la boca; dio una calada. Disfrutó de la sensación del humo en sus fauces y luego expulsó la nube de ella.
  Continuó andando hasta llegar al pasillo. A pesar de estar dentro de la escuela continuaba fumando, sin importar que un profesor le viera.
  Llego al aparcamiento y sacó las llaves de su coche del bolsillo; apretó el botón de estas y abrió su Audi negro. Dejó la bolsa en los asientos traseros y se sentó en los asiento de cuero y arrancó el vehiculo.
  Sabía que estaba mal fumar mientras conducía, pero es que lo necesitaba. Desde la muerte de Alessia no se había fumado ningún cigarrillo y esto era lo único que le relajaba.

  Al cabo de un rato llego a su casa. Sus padres no estaban forrados pero tenían suficiente dinero como para permitirse un par de caprichos.
  Su morada no era nada grande, pero era preciosa. Parecía la típica casita inglesa, con su tejado de color oscuro y las paredes de un color azul celeste.
  Aparco el coche el garaje, y se percató de que el coche de su hermana Naomi también estaba allí.
  Sobre su rostro apareció una sonrisa que le ocupo media cara.  
  Su hermana era la persona que más quería en el mundo, y, puesto que había estado de fuera del país por motivos de estudio, el sentimiento era mayor.
  Entró por la puerta principal y allí estaba ella, junto a sus padres que sonreían abrazando a su hija.
    Llevaba puesto unos vaqueros ajustados a juego con una camisa de cuadros azul marino y unas Convers del mismo color. Su voluminosa melena rizada rubio dorada caía sobre su espalda. 
  Daniel se abalanzó sobre ella, colocando sus brazos alrededor de su tronco y comenzó a darle pequeños besitos en las mejillas.
  -¡Te he echado muchísimo de menos!-grito Daniel, enrojecido de la emoción.
  -¡Yo también te he echado de menos, Danny!-masculló Naomi. Desde que eran pequeños, puesto que ella es la mayor, siempre le había llamado de esa forma.
  -¿Qué tal tu viaje por Australia?-había estado allí casi dos años porque estaba estudiando biología.
  -¡Genial!-se rió ella.-Cuando vuelva para retomar mi estudios tendrás que venirte conmigo.
  -Eso me encantaría.
  -Bueno, os dejamos a solas que seguro que tenéis mucho que hablar.- dijo Coraline, la madre de Daniel.-Nosotros tenemos que irnos al banco.-sonrió y agarró a Tom, su marido, y salio del domicilio.
  -Bueno Naomi, ¿quieres que te prepare mi especial chocolate con nubes?-pregunto sonriente dirigiéndose a la isla de la cocina.
  Hubo mucho silencio y eso no le gusto a Daniel. Se giró rápidamente hacia su hermana. Ya no estaba alegre y le miraba con cara de disgusto.
  -¿Qué te pasa Naomi?-se empezó a preocupar.
  Ella no contestó; apartó la mirada. Su respiración era más acelerada.
  -¿Por qué lo hiciste?-le cuestionó ella, aún con sus ojos pardos puestos en el lado contrario a él.
  Un temblor le recorrió la espalda y dio un respingo. No se podía creer lo que acababa de escuchar. Su frente se llenó de sudor y sus ojos no sabían donde mirar. Tragó saliva.
  -¿Qué… qué quieres decir con esto?-le temblaba el labio.
  -Sabes perfectamente de que hablo.-seguidamente se marchó pero algo se lo impidió.
  Daniel había alargado el brazo y le había agarrado fuertemente por el brazo, hasta el punto de hacerle daño.
  -¡Qué es lo que sabes!-jadeó.
  Naomi se asustó. Nunca había visto a su hermano pequeño de esa forma.
  -¡¿Quién te lo ha dicho?!-oprimió más fuerte aun la muñeca de su allegada.
  -Solo lo sé.-y apartó su extremidad tan rápida como pudo y se largó de allí.
  Daniel golpeó la encimera con el puño y sus huesos crujieron. Se había hecho daño.
  Giró el cuello hacia todos los lados; le costaba respirar.
  De pronto, su móvil comenzó ha sonar. Era una llamada.
  Daniel se calmó y lo cogió, con las manos temblorosas.
  -¿Diga?-su voz era ronca y fria.
-Tu hermana ya lo sabe… ¿Qué pasaría si tus amigos se enteran de lo que hiciste?-y la llamada finalizó.
  Daniel no aguantaba más. Aquella voz estaba distorsionada. Necesitaba sentarse.
¿Quién le había llamado?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En general, tu novela me esta gustando, ya que te incita a leer más,pero sobretodo el capitulo que mas me ha llamado la atención ha sido el 6 ¿Averiguas por qué? jajaja

The Reader dijo...

Hahahaha Hola Naomii!!!!! Muchas gracias