domingo, 29 de abril de 2012

1º Novela. Cap. 13


13
Y el premio a "Miss Camiseta Mojada" es para...





  Sara deslizó la mano sobre el volante de cuero de su Mini. Giró la cabeza y miró a través de la ventanilla.
  El cielo se había llenado de oscuras nubes y pequeñas gotitas caían sobre el parabrisas.
  Observó el Diamond Palace, lugar donde se iba a celebrar la fiesta de las Estrellas.
  Era una gran nave con enormes torres decoradas de ventanales de colores.
  Sara centró la mirada en la carretera y avanzó con el coche cuidadosamente cuando comenzó a diluviar.   
 
  Aparcó entre dos coches, enfrente de un videoclub, y salió rápidamente para evitar mojarse.
  Llevaba puesto una camiseta de color marrón que llevaba grabado un corazón atravesado por una flecha y en la que se podía leer Wild Love  y unos shorts de tiro alto.
  Avanzó andando pegada a la pared, bajo los balcones de los otros edificios, hasta que llegó al videoclub.
  Quedaba menos de una semana para la fiesta y ya tenía todo lo necesario, y, puesto que aquella tarde no tenía nada que hacer aquella tarde había decidido pasarse las últimas horas del día viendo una maratón de películas sola en su casa. Cuando Alessia aún estaba viva, hacían eso todos los viernes. Se cogían un enorme tarro de palomitas, un cuenco con helado de cereza y fresa, varias bolsas de malvaviscos que más tarde se comían después de haberlos tostado entre la llama del mechero de Alessia y finalmente disfrutaban de los filmes.
  Entró en el establecimiento y estudió todas las carátulas y se dio cuenta de que las había visto casi todas.
  De pronto, alguien entro en el videoclub, haciendo mucho ruido con los tacones.
  Sara se tornó y la maldijo. Era Teresa. Lucía un vestidito rosa pálido de tirantes de lentejuelas plateadas a juego con unos enormes zapatos de tacón del mismo color que la laminilla.
  -¡Hola Sara!-se acercó a ella y la saludo en la mejilla.-¿Has venido a alquilar una película?
    <<No, a tocarme el ombligo, no te jode.>>pensó.
  -Si.-sonrió falsamente.-Pero no se cual elegir.
  -Si quieres yo podría ayudarte. Me encantan las películas.
  -Claro.-dijo sin ánimos.
  Teresa la cogió de la muñeca y la llevó a una esquina, la cual estaba llena de portadas de cintas.
  -Pues, te recomiendo esta.-alargó la mano y agarró “Midnight in Paris”.-Es de hace poco y estuvo nominada a los Oscars.-tras eso, se giró y agarró otras dos carátulas.-Y estas también están muy bien.-había cogido “Cisne negro” y “Descalzos por el parque”.
  Sara tomó las cintas en sus manos y la observó detenidamente. Y entonces comenzó a reflexionar. ¿Por qué odiaba tanto a Teresa? No tenía razón aparente. Y, además, hacía feliz a su hermano.
  -Muchas gracias, de veras.-Sara sonrió, pero esa vez, era real.
  -De nada.-y tras eso, se despidió con un beso, asió la cinta de “Moulin Rouge” y salió por la puerta, dejándola sola en el local.
  Sara la observó marcharse, cavilando sobre lo que había estado pensando.

  Se alejó de lugar, tras un momento de meditación y se dirigió hacia su coche.
  Entonces, alzó la vista y contempló a una chica a lo lejos, la cual conocía.
  Estaba sentada en un banco, con la cabeza hacia atrás, dejándose mojar por la lluvia.
  -¡Emm!-gritó Sara, situada bajo la terraza de un edificio. Esta se giró, empapada, y se acercó a ella, sin importarle mojarse aun más por el aguacero. Lucía una camiseta blanca con el dibujo de una calavera rosa de flores y un pantalón negro.
  -Hola, Sara.-Emm sonrió y la abrazó.- ¿Qué haces aquí?
  -Había venido para alquilar unas películas y…-entonces se acordó de Alessia.-Oye, si no tienes nada que hacer, puedes venirte a mi casa y las vemos juntas.
  -¡De acuerdo!-dijo muy animada.
  -Por cierto, ¿Por qué no te resguardas de la lluvia?
  -Pues porque me encanta mojarme. La lluvia me parece lo más maravilloso que hay.
  -¡Como te quiero, Emm!-Sara se rió y la abrazó.
  Tras eso, entraron en el vehículo y partieron del lugar.
 
  Entraron en la casa de Sara, con los filmes en la mano.
  -¿Quieres que hagamos palomitas?-preguntó Sara, introduciendo el DVD en el reproductor.
  Entonces se escucharon unos pasos que provenían de arriba y el crujir del entarimado.
  -¿Hay alguien en tu casa?-cuestionó Emm.
  -En teoría no debería haber nadie, pero…-se acordó de aquella vez que llegó a su casa y escuchó unos pasos que al final resultaron ser de Hale, su hermano.
  -Será Hale, que habrá vuelto de la universidad.
  En seguida se sentaron en el sofá color crudo y comenzaron a ver “Descalzos por el parque”.
 
  Pasaron cuatro horas y media y ya estaban por la última cinta pero Sara la paró antes de que comenzara.
  -Se me había olvidado.-miró a Emm.-Ayer entré en tu Facebook y me di cuenta de que en tu estado pone Con novio. ¿Quién es?-Sara se acercó a ella y se mordió la lengua esperando escuchar la respuesta.
  -Se llama Liam.-Emm bajó la cabeza, ruborizada.-Empezamos a salir hace unos días.
  -Cuéntame más.-Sara sonrió.
  -Pues le conocí hace años en equitación y… creo que me he enamorado.
  -¡Y parecía tonta cuando la compramos!-Sara se rió y la oprimió entre sus brazos.-Y, ¿tienes alguna foto de él Facebook?
  -No, no le gusta que suba fotos. Y la verdad, no entiendo por que.
  El sonido de los pasos se hizo más estruendoso.
  -¡Hale, para ya!-Sara frunció el ceño. Seguidamente miró su baso de agua el cual estaba vacío.-En seguida vuelvo, voy a rellenarme el baso.
  Sara se levantó del diván y se dirigió a la cocina.
  Cogió una jarra enorme de agua fresca y se puso en su cubilete.
  Entonces, el teléfono inalámbrico de la sala de estar comenzó a sonar.
  -¡Emm cógelo tú, por favor!
  Emm alargó el brazo y lo agarró
  -¿Quién es?-preguntó, un poco cortada.
  -Soy Hale, ¿el hermano de Sara, me puedes pasar con mi hermana?
  Emm se extrañó al escuchar a Hale, que supuestamente, estaba en el piso de arriba.
  -¡Sara, es tu hermano!-dijo Emm colgando el teléfono, sin importarle que la otra persona estaba al otro de la línea.
  -¡Qué!-masculló Sara desde la cocina.
  Pero entonces, un ente encapuchado apareció detrás de ella, sorprendiéndola. La agarró de pelo y le tapó la boca y la arrastró hacia la nevera. Ella intentaba gritar, soltarse. Pero era imposible. Tras eso, la lanzó contra la encimera, golpeándose la mejilla y dejándola aturdida.
  -¡Emm! ¡Corre!-pudo decir antes de desmayarse.
  Sin embargo, Emm no la escuchó.
  Aquel sujeto apareció de repente por la puerta, asustándola.
  Emm abrió la boca para gritar, pero este se abalanzó contra ella estampándola contra la pared.
  -¡OH, Dios mío!-gritó entre lágrimas.
  Aquel ser colocó su mano en el cuello de esta y comenzó a asfixiarla.
  Emm notaba como el aire no le llegaba a los pulmones y empezó a jadear y a balancearse como pudo.
  La cogió del cabello y la apartó de la pared, aún con la otra extremidad en su garganta.
  -¡Por favor… suéltame!
  Entonces, la sujeto con fuerza para luego soltarla con brusquedad. Su cuerpo salió disparado, arremetiendo contra la alacena de cristal, haciéndolo añicos.
  Sara se levantó, apoyándose en la encimera, aun atontada por el golpe, y salió disparada hacia la entrada.
  La puerta estaba abierta y aun llovía fuera.
  Esta salió fuera y comenzó a correr sobre el césped mojado cuando vio aquella persona se marchaba en un coche oscuro que no pudo observar con claridad por culpa de la lluvia.
  -¡No te tengo miedo, hijo de puta!-gruñó.
  Sara volvió dentro, empapada, y se encaminó hacia el salón. Esta se acercó corriendo a Emm, que se encontraba en el suelo, rodeada de cristales. 
  -¿Estas bien?-dijo ayudándola a levantarse.
  -Creo que si…
  -¡No, no estas bien!-Sara se miró la mano y se dio cuenta de que la tenia impregnada de sangre.-¡Llamaré a emergencias!

  Sean llegó el último al hospital y se acercó a Sara que estaba de pie en la sala de espera con una bolsa de hielo el la mejilla junto con los demás.
  -¿Qué ha ocurrido?-quiso saber Sean.
  Sara se apartó la bolsa helada y mostró una gran mancha de un color morado muy oscuro.
  -¿Estás bien?
  -Si, no te preocupes.
  -¿Y Emm?
  -Está en Observación. Ha atravesado la vidriera de mi alacena.
  -¡Joder!
  -No te preocupes, está bien. Por suerte ningún cristal le ha perforado ninguna vena ni nervio.
  -¿Pero quien ha sido?
  -Tú que crees…
 
  Pasaron las horas y ya había anochecido.
  Entonces, tras el largo tiempo de espera, consiguieron entrar en su habitación.
  -¿Cómo estas?-cuestionó Marine.
  -Bien. Me han puesto once puntos.
  -Parece que esto va muy en serio.-dijo Sean, pensando en el cabrón que estaba haciendo todo eso.
  -Chicos, tengo que contaros algo.-Sara miró al suelo.-No puedo callármelo más y ahora que estamos todos… hace unos días vino el inspector Edison para hablar conmigo.
  -¿Qué ocurre Sara?-interrogó Emm.
  -Todos somos culpables de la muerte de Alessia.
  -¡Qué! ¡No lo entiendo! Pero si… fue un accidente. Nos lo dijeron en la morgue.-farfulló Daniel.
  -Resulta que no… alguien la asesinado.
  -¡Dios mío!-Marine se llevó las manos a la cabeza.
  -¿Y por qué no nos lo has dicho antes?-interpeló Sean.
  -No se… supongo que tenía miedo.
  -No me puedo creer que te lo hayas callado.-y tras eso Daniel salió por la puerta, enfadado.
  -Lo siento, de verdad…-Sara miró por la ventana de la habitación que daba al pasillo y observó como Daniel se despedía de los padres de Emm y de todas las personas que habían ido a visitarla y se largaba.
  Sin embargo, lo que ella no sabía, es que aquel ente que había provocado todo esto también estaba ahí, mirándolos.
  

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